Los que dicen que en los negocios no hay atajos es porque no se han fijado bien
“Si un anuncio pasa desapercibido, todo lo demás es pura teoría” (Bill Bernbach).
Cuesta llegar a la oficina de Hawkers en el polígono industrial de Torrellano, a medio camino entre Elche y Alicante, porque no hay ni indicaciones ni logotipos de la marca. El antiguo bufete de abogados encima de una gasolinera desde el que trabajan sigue con el cartel puesto y no tienen intención de cambiarlo. “Vendría muchísima gente a pedir gafas, destrozaría el ambiente. Nosotros a lo nuestro”, cuenta Francisco Pérez, responsable de desarrollo de negocio. A lo suyo significa a venderlas por internet: van 600.000 desde que empezaron en diciembre de 2013 y calculan llegar al millón y medio en 2015. A 25 euros de precio medio por gafa en 2014 facturaron 15 millones de euros.
Gran parte de lo que ganan va de vuelta a la red: con una medida estrategia de publicidad y comunicación en redes sociales, esta empresa alicantina ha colocado sus gafas de colores en medio mundo. En famosos (los casos españoles más sonados son Paula Echevarría y Andrés Velencoso), en grandes compañías (de Mercedes Benz a Paypal pasando por sus últimos acuerdos, Pachá, Diesel y Los Angeles Lakers), en bloggers, en calles y en pantallas. Con poco más de un año de vida, la marca acumula casi 3 millones de fans en Facebook, su red estrella. Ellos lo describen así: “somos expertos en crear hype”.